Razones para usar copas menstruales

Como la propia sociedad, las formas higiénicas para poder contener la menstruación han ido evolucionando. Si ahora mismo hay algo de rabiosa actualidad, es la copa menstrual. Nos pensamos que es algo nuevo, y debemos de señalar que la primera aparición de este objeto se recoge en 1980, siendo una copa reutilizable, que como es lógico a seguido su evolución tanto en forma como en materiales, pero en el Museo de la Menstruación y Salud de la Mujer de Maryland, se expone una rudimentaria copa menstrual datada en 1867. Durante los años 60 del siglo pasado, la copa se dejó de producir, porque el látex era un material que sufría cierta escasez, además en ese momento, la copa menstrual era demasiado grande, pesada y rígida por lo que no era nada cómoda para las mujeres que la intentaban usar. Pero claro, nada que ver con lo que podemos encontrar ahora. Tanto el diseño como los materiales han sufrido una gran evolución. Ahora mismo podemos encontrar hasta un centenar de marcas y modelos para poder cubrir todas las necesidades y los gustos de las chicas que estén interesadas en utilizarlas. Ahora además del material, se tiene en cuenta desde el tamaño para que nadie que la porte esté incómoda, como la cantidad de menstruación, de hecho, la mayoría de las páginas donde se venden, suelen tener un test, para saber cuál es la que mejor se adapta a ti.  

La copa menstrual es uno de los dispositivos más respetuosos con nuestro cuerpo, ya que, a diferencia de compresas o tampones, no tiene capacidad de absorción, con lo que no causa ninguna alteración en la flora vaginal. 

Además de cuidar nuestro cuerpo, las copas menstruales cuidan del medioambiente. Usar otro tipo de opciones desechables generan muchos kilos de residuos que tienen una degradación medioambiental que se prolonga siglos. Una copa menstrual que se cuide como indique el fabricante, puede tener una vida útil y óptima desde 1.5 años a 10. Con lo cual es más que rentable, además de eco-friendly. 

Enlazando con lo anteriormente dicho, podemos asegurar que al tener tantos usos, supone un ahorro muy importante para las personas. 

Muchas usuarias, refieren que no es sencillo utilizarlas, o que no terminan de encontrar la practicidad porque tardan más tiempo en su colocación. Pero te planteamos una pregunta ¿la primera vez que utilizaste un tampón te resultó fácil? ¿estuviste cómoda? Estamos seguras que a las dos preguntas la respuesta es un no. Con lo cual, calma y paciencia al colocarla, porque nadie nace enseñado.  

Y, aunque parezca una tontería, si algo fomenta la copa menstrual, además de todo lo anteriormente dicho, es el autoconocimiento. Siempre han existido numerosos tabúes sobre la autoexploración, y en este campo, la copa menstrual, ha ayudado a que muchas mujeres que comenzaban a usarla por otros motivos, tengan una percepción de su cuerpo muy diferente. 

Con todo esto expuesto, son pocos los motivos que debes de tener para no lanzarte a probar este tipo de dispositivo para la higiene íntima. 

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