5 consejos prácticos que tenemos en cuenta al crear un logotipo

El proceso de creación de un logotipo es muy complicado y depende de muchos factores como colores, estructura, mercado al que va destinado, tipografías, etcétera. Aunque podría asegurar que lo más difícil de todo es catalogar logotipos en buenos y malos ya que esto se basa en una opinión subjetiva de cada receptor (aunque hay algunos casos indiscutibles).

En esta entrada os voy a comentar los puntos generales que hacen que un logotipo funcione para el negocio, empresa o mercado al que va destinado. Aunque es necesario remarcar que antes de ponerse manos a la obra es absolutamente necesario que el cliente nos indique en un buen briefing todos aquellos puntos importantes para su futura identidad corporativa: su gusto de colores, nombre de la marca, ideas que desea transmitir con el logotipo, información sobre un imagotipo, etcétera. Una vez tengamos esto todo el peso recae ahora sobre ti mi buen amigo…

Creando un diseño que represente la empresa, producto o servicio

Es muy importante tener claro el concepto sobre el que se va a trabajar, siempre habiendo hecho una investigación sobre el mercado o nicho de mercado del cliente. ¿Cómo se hace esto? Simplemente estudiando a la competencia, viendo sus identidades corporativas, por qué funcionan, que elementos gráficos suelen usar, etcétera. Aunque ten siempre presente que debes inspirarte, no copiar.

Os pongo un ejemplo sencillo. Si os digo, ¡Quiero un logotipo para una protectora de animales! ¿Qué es lo primero en lo que pensáis? En perros. En el caso de Proansu se puede jugar con la idea conceptual de huellas de animal junto con una tipografía. Así obtendremos un toque más desenfadado.

Usa imágenes vectorizadas

Antes de empezar el trabajo se debe pensar en el soporte en el que vamos a diseñar. Para el caso de logotipos, la mejor forma es de trabajar con imágenes vectoriales. ¿Por qué usar imágenes vectoriales y no de mapa de bits? Hay muchas razones por las que elaborar un logotipo de manera vectorial en lugar de una imagen de mapa de bits. Entre ellas se encuentran:

  • Se imprime mejor: La calidad de la imagen no se deteriora.
  • Se redimensiona bien: Al escalar no pierde resolución por lo que no se pixela.
  • Se puede editar con facilidad: No hay ningún problema en editar todas las veces que se quiera, no se pierde calidad en cada guardado.
  • La tipografía es de mayor calidad: Las letras se ven con mayor nitidez.
  • Ocupa menos espacio: Se guardan las coordenadas de los vectores en lugar de imagen asociada a pixels.

Elección de tipografía

La tipografía del logotipo juega un papel muy importante junto con el imagotipo. Estos son algunos aspectos a considerar a la hora de elegir la tipografía de un logo:

  • Utilizar fuentes fáciles de leer para los usuarios.
  • Es recomendable no usar más de dos fuentes diferentes, demasiadas fuentes dentro de un logotipo puede convertirse en un exceso de diseño.
  • Saber a que público va dirigido: gente jóven, personas mayores, hombres, mujeres… Cada uno de estos grupos tiene unas preferencias distintas.
  • Conocer las variedades de tipografía existentes: Serif, Sans serif, caligrafía, retro, graffiti, oldies y muchas más.

Combinación de colores

La elección de la paleta de colores es uno de los puntos que inclinan la balanza entre un buen logotipo y uno malo. Los colores elegidos deben funcionar bien con varios colores de fondo y no ejercer una presión visual sobre el usuario.

La imagen de marca se presentará obligatoriamente en blanco (positivo), en negro (o un color muy oscuro, lo que se suele denominar negativo) y muy importante, también debe quedar perfectamente en escala de grises. Ya se sabe que imprimir en color siempre es más caro 🙂

Como ejemplo de concordancia de colores tenemos el logotipo de babbuk, uno de nuestros clientes. El color azul inspira seguridad y confianza, mientras que el degradado interior refleja un efecto 2.0 y aligera el tono del azul del logotipo.

Uso de formas en el logotipo

En el caso del diseño, menos es más. No es recomendable hacer logotipos demasiado complejos a menos que la situación lo requiera (o mejor dicho, el cliente). Siempre es mejor priorizar los objetivos y necesidades para plasmar una idea común que utilizar un montón de efectos visuales que pueden llegar a confundir al receptor.

Por ejemplo, tenemos el logotipo de cataloggia. Inspira sencillez, armonía y elegancia.

Conclusiones finales

Finalmente comentar que los puntos anteriores no son la gallina de huevos de oro, simplemente unas recomendaciones generales que nosotros seguimos en el proceso de diseño de identidad corporativa de una marca. Cualquier diseñador experimentado tiene todas estas reglas interiorizadas, de manera que siempre que trabaja tiene todos estos puntos en cuenta.

Para crear tu imagen de marca, rodéate siempre de los mejores profesionales: eso se traducirá siempre en calidad 🙂